Darío Gómez Coach

Los Sistemas no Matan la Creatividad

Todos estamos familiarizados con las pruebas de IQ diseñadas para medir científicamente la inteligencia en niños y adultos. Mientras que existe un gran debate sobre la precisión y relevancia de las pruebas de IQ en el mundo actual de los negocios, no hay duda alguna de que medir y fomentar la innovación es crítico para el éxito en los negocios.
La innovación es un resultado directo del pensamiento creativo, y si un negocio puede descifrar el Código para fomentar un ambiente laboral más creativo, podría conseguir tener una ventaja competitiva distintiva. Pero, ¿por dónde comenzamos?

Algunos pueden comenzar con  la prueba TTCT (Torrance Test of Creative Thinking). Diseñada por el Dr. Ellis Paul Torrance en los 60s para medir la creatividad de los niños. Esta serie de pruebas fueron diseñadas “en un intento de medir el pensamiento divergente”. Pero, ¿cuáles herramientas de evaluación hay disponibles para adultos?

“Los investigadores suelen estar de acuerdo con que la creatividad tiene que ver con producir algo que sea tanto nuevo como que se adapte a un propósito o uso en particular,” como lo escribió Said-Metwaly en un email a Artsy.“En otras palabras, la creatividad es la habilidad para ser distinto de manera útil.”

Existen varias herramientas en línea y evaluaciones que ayudan a los dueños de negocios  a medir la creatividad o el pensamiento divergente en los equipos, y por lo general, se diluyen en 4 criterios.

“Los estudios sobre creatividad suelen utilizar una herramienta de evaluación conocida como ‘Guilford Measures’, que algunos centros de trabajo utilizan cuando intentan medir objetivamente esa bestia escurridiza llamada creatividad».

1. Soltura: cuántas respuestas puede generar una persona, equipo o proceso
2. Flexibilidad: cuántos tipos/categorías de respuestas se generan
3. Originalidad: qué tan distintas son las respuestas de lo normal
4. Elaboración: qué tan detalladas son las respuestas

La mayoría de los negocios solo buscan consistencia y eficiencia, (así establecen el SOP los Procedimientos Operativos Estándar para todo lo que existe), y esto parece drenar el juego creativo de los equipos. La sobrecarga de sistemas mantiene al equipo ahogado cuando todas las actividades están mapeadas y sistematizadas paso por paso.

“Cuando se definen sistemas que limitan la libertad de pensamiento, y cuando los individuos perpetúan esos sistemas mediante acciones y enfoques de control, la creatividad no tiene campo para florecer.”

Los sistemas no tienen porqué ser asesinos de la creatividad. Todo lo contrario, deberían ser catalizadores que fomenten el pensamiento creativo. ¿Suena como una tarea imposible? Los sistemas no deben frenar el progreso, sino que, por su propia existencia, están diseñados para mejorar la productividad y la eficiencia.  Entonces, ¿Por qué fallan tantos negocios en ambos lados de la balanza? Porque no han descubierto el balance entre sistematización e innovación.

Veamos, por ejemplo, la misión del Apolo 13. Esta histórica misión lunar en abril del 11 al 17 de 1970 envió a cuatro astronautas altamente calificados al espacio siendo la séptima misión lunar en la historia de los Estados Unidos. Durante el vuelo hacia la luna, la cápsula espacial Apolo experimentó un incendio eléctrico que dañó los tanques de oxígeno, y se abortó la misión de aterrizaje en la luna. Y aún más demandante era el cómo traer a la tripulación de vuelta a salvo bajo circunstancias tan extremadamente precarias. Famoso por la frase “Houston, tenemos un problema”, el astronauta Jim Lovell reportó la emergencia a control terrestre quienes de inmediato se pusieron en las tareas de resolver el problema del oxígeno bajo, del poder reducido y de una cápsula demasiado pesada para poder entrar de vuelta con seguridad en la atmósfera terrestre.

Enfrentando decisiones de vida-o-muerte, el equipo de control terrestre y los equipos de apoyo invirtieron horas desglosando proceso tras proceso y examinando cada sistema para conseguir la respuesta correcta que conseguiría traer a casa con vida a la tripulación del Apolo 13. Utilizaron los sistemas y los procesos a su disposición para conseguir una solución creativa tanto para la generación de oxígeno como para maniobrar el módulo Apolo alrededor de la luna para traer de vuelta a casa la tripulación con seguridad.

Esta misión de 7 días, que no logró sus objetivos iniciales, fue en realidad, un éxito. La recuperación de los astronautas y el amartizaje en el Océano Pacífico fueron la chispa para innovaciones que catalizarían futuros avances para los viajes espaciales por las 2 siguientes décadas.

El equipo en la NASA utilizó su creatividad, conocimiento y habilidades para evitar la tragedia al utilizar los sistemas y los procesos disponibles para resolver un “nuevo” problema.

En el libro Instant Systems de Brad Sugars, el autor habla sobre la importancia de sistematizar los negocios para fomentar la eficiencia y la creatividad.

“Esta es una de las áreas más malentendidas de los negocios actualmente. Esto me parece muy extraño, porque es un área muy sencilla de implementar en los negocios, y un área que hará mucho más fácil tu vida y la vida de las personas en tu equipo.”

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